viernes, 19 de septiembre de 2008

'Caracas, espérame que volveré'

Apenas extraña la ciudad, se viene. Aquí disfruta "patear" las calles, sentirse como una escultura andante y visitar una arepera a las once de la noche "Por eso, aunque me mates por lo que voy a decir, no la extraño (refiriéndose a Caracas). A la familia la tengo cerca; las comidas, las hago; los recuerdos, bien guardados; los detalles, nunca me falta un libro de fotos de la ciudad"

La primera etapa de su vida está toda vinculada a Montalbán. Allí nació, creció, estudió, tuvo su primer novio
y se inició en el deporte que la acompañó hasta el Miss Venezuela: la natación. Para entonces, era el "patito feo" de la cuadra, ¡si hasta le decían Mafalda! (lo siento, pero me niego a creerlo). Siempre de jeans y zapatos de goma, vivía una Caracas simple, en la que sólo por su estatura, quizá, llamaba la atención.

Pero todo cambió con el tiempo: fue Miss Anzoátegui, se hizo actriz de televisión, la "Niña Bonita" -claro está-, la modelo famosa, la internacional, y ahora, ella misma lo dice, se siente como una escultura andante que recorre la ciudad. "En serio que me da esa sensación, porque la gente me ve y se asombra, se me queda mirando, me toman fotos. Y a veces eso me hace sentir que formo parte de Caracas, tanto como si fuese otro lugar turístico", afirma. Pero no es tan fácil como suena. Para lograrlo, Ruddy debió abandonar su vida caraqueña por irse tras el sueño de la internacionalización. Apostó caro y halló el éxito.

"Aquello fue como una despedida de novios: 'Caracas, espérame que volveré'. Y así estamos, esperándonos mutuamente -dice. Por eso, no importa donde esté, sé de dónde vengo y no olvido mi ciudad". Con frecuencia, cuando le da "la nostalgia loca", lo resuelve con sencillez: toma un avión y se viene a la capital.

Lo difícil del desarraigo, confiesa, ya lo superó, y se refiere a los meses posteriores a su partida. Fue una etapa muy dura que le "pegó en el alma, con lloraderas a diario y por cualquier cosa", pues todo le recordaba esta urbe.

A lo largo de los años, siempre haciendo novelas en todo el continente, identifica al caraqueño como el típico novelero secreto. "'Disculpa, pero yo no veo esos culebrones', dicen siempre. Mentira: se saben la trama completica. Pero ésa es su manera de sentirse capitalinos. Está bien, yo les hago creer que es cierto, pero igualito me piden una foto y un autógrafo", cuenta entre risas.

Hoy día, mientras atiende su apretadísima agenda como artista, empresaria y productora de eventos, se define como una suerte de pajarito al que le encanta pasear al aire libre. Si algo disfruta es "patear" la calle, pues "es la única manera de conocer verdaderamente las ciudades".

Cada vez que regresa, imposible que falte una visita suya, a las once de la noche, a una arepera de la capital: el relleno puede variar, pero jamás la malta para acompañarla. "Lo otro que siempre hago es comerme unos tequeños con salsa de tomate… a lo maracucho, pues", se delata. Asimismo, si los compromisos lo permiten, sube El Ávila, adonde lleva a cada amigo que la visita del extranjero. Hasta cierto punto, mira a Caracas con ojos foráneos y agudos para percibir los cambios más pequeños de la ciudad. Un tráfico aún más complicado y las matas de mango cargadas a reventar son las observaciones de su última visita. Por lo pronto, mientras sueña con el retorno, disfruta al máximo sus fugaces venidas, sus breves caminatas por las calles, y la magnífica exposición itinerante que representa esta escultura caraqueña cada vez que decide salir, como toda una obra de arte, a embellecer con su presencia la ciudad.


-El Universal

Ruddy Rodríguez quiere papeles que trasciendan

Su madurez personal y profesional, producto de casi 22 años de carrera, han hecho que actualmente se concentre en hacer papeles que la hagan crecer y dejen una huella en la historia. En esta entrevista nos contó la experiencia de su más reciente telenovela “Cómplices” y, en exclusiva, nos adelantó los detalles de su próximo proyecto: “Venezzia”, un film que narra una historia de amor, enmarcada en un hecho histórico venezolano, que según la actriz, es desconocido por muchos.

Mientras el reloj marcaba las 11:30 de la mañana, aún nos encontrábamos atascados en el enmarañado tráfico de Caracas. Con media hora de retraso, arribamos a un reconocido hotel de la ciudad capital donde teníamos prevista la entrevista con la protagonista de la telenovela colombiana “La Ex”, aprovechando su visita relámpago a Venezuela atendiendo a una invitación de participar en una muestra colectiva de diseñadores de moda venezolanos.

Al subir a la habitación del piso 9, marcada con el número 907, se hallaba Ruddy sentada en una silla, junto a un estilista que se encontraba en plena tarea de arreglar el cabello de tono rojizo de la actriz caraqueña, de padre venezolano, madre italiana y que vio nacer su carrera artística a partir del año 1985 cuando logró el título de belleza internacional Miss World Venezuela. Ese hecho sería el comienzo de una trayectoria que ya abarca más de dos décadas. Una carrera que ha crecido a pasos agigantados, resaltando el talento y la belleza venezolana en el ámbito internacional.

Aunque suene fácil y rápido, de seguro para Ruddy no lo es, son veinte años llenos de triunfos, fracasos, alegrías, tristezas, y aunque modestamente asegura que no tiene edad para escribir una biografía, en cambio le gustaría hacer una gran celebración, con cada uno de esos recuerdos que le ha dejado su trajinar por el mundo del entretenimiento. “Siempre he tenido la intención, de repente para la celebración de mis 22 años de carrera artística hacer una fiesta y exhibir cosas y fotos mías, para que la gente vea un poco de mi historia, no tengo edad para hacer una biografía, pero sí tengo edad para mostrar todo lo que he realizado en estos años. Quizá mostrar los vestidos que usé en el Miss Venezuela, antes que pasen a mejor vida. Siempre digo que las cosas no hay que guardarlas, sino regalarlas, venderlas, yo no me quedo con nada, no vivo del recuerdo, sino del presente y lo que me pueda prever el futuro, mi pasado es mi pasado, puedo hablar de ello, pero sólo quiero quedarme con lo que puedo realizar en este momento”.

La historia de Ruddy Rodríguez se escribe en otras páginas, aunque fue Venezuela la que vio nacer su gusto por las artes escénicas, en la telenovela “Enamorada” en 1986, fue en el año 1989 cuando comienza su carrera internacional con “Las Ibáñez”, “El Magnate” y “Mala Mujer”, producciones de USA, Perú y Colombia, siendo éste último quien le diera la oportunidad de desarrollar gran parte de su carrera y a la cual dice sentirse muy agradecida.

Colombia tiene varias cosas, para nadie es un secreto que siempre digo que es mi segunda patria, ha marcado mi vida desde el año 89, mi primera internacionalización, la primera vez que salí de mi tierra, me recuerdo que le decía a mi mánager, pero ¿por qué Colombia?, ¿qué voy a hacer allá? yo no conozco ningún producto, porque simplemente no se vendía ningún producto, y fue él quien me empujó a participar en el elenco de “Las Ibáñez”.

Es a partir de ese momento cuando Colombia empieza a internacionalizar sus productos y lo hace a través de Ruddy y esa sinergia la ha mantenido con la hermana República por todo este tiempo. “Yo les debo, ellos me deben, estamos contentos. Por otro lado, Colombia tiene unos libretos maravillosos, sus historias son muy interesantes y divertidas; lo que diferencia el genero de las telenovelas colombianas de otros países, son sus historias, ellos se basan en la comicidad, la historia de amor siempre va hacer el eje central, pero es la comicidad, como la cuentan, lo que hace que el producto sea interesante.” afirma.

Tanto ha sido la compenetración con Colombia que le ha dado lugar para encontrar a su media naranja, se trata del rejoneador Juan Rafael Restrepo y aunque no le gusta hablar de ese tema, asegura que se siente felizmente enamorada.

Ruddy Rodríguez no para, simplemente le mete pasión a todo, así es como define su personalidad: persistente y apasionada. El año pasado, asumió un papel en el elenco de la serie de TV estadounidense “Amas de Casa Desesperadas”, fue contratada por Fox para la serie de suspenso “Tiempo Final” y terminó las grabaciones de la telenovela colombiana “Cómplices” que comenzó a transmitirse por RCTV Internacional. Paralelo a ello continúa con su empresa de cosméticos y sigue desarrollando su trabajo filantrópico a través de la Fundación “Camino a la Felicidad,” en la que participa activamente con su imagen y, por si fuera poco, comenzará el rodaje, el año próximo, de “Venezzia” una producción venezolana de alta factura. “Siempre estoy en una búsqueda de personajes, entre la personalidad rígida de Eugenia, después la asesina en “Tiempo Final”, luego la ministra inmoral, en “Alborada Carmesí” y ahora “Cómplices” que fue totalmente un relax. Actoralmente estoy creciendo, estoy en esa búsqueda de aprender, qué puedo hacer para que yo me destaque.”
•Ruddy, te vemos un día en un país, otro día en otro, siempre estás haciendo algo, nunca paras. ¿Cómo haces para sacar tantas energías?
-Yo creo que una de las cosas que más le sorprende a la gente es la energía que yo tengo, pero para mí es algo natural, le tengo que agradecer tanto a la vida y a Dios porque tengo energía, me gusta trabajar, no importa los años, sino lo que uno pueda emanar. Espiritualmente me siento muy tranquila y eso hace que todo me salga bien, tengo tiempo para todo, para el novio, para grabar, para venir corriendo a Venezuela; todo lo tengo coordinado, sin dejar de vivir las cosas y saborear todos los momentos. Ahorita cuando llegué a Venezuela, fui directo a hacer un mercado, luego a casa de mis padres, les cociné, estuve hasta la noche con ellos y los pude atender, es cuestión de buscar el tiempo.

Estás más tiempo en Colombia que en Venezuela. ¿no eres profeta en tu tierra?
-Yo siempre voy y vuelvo, realmente en Venezuela no me han hecho propuestas, apartando esta película que vamos a empezar a rodar, pero de televisión no me han ofrecido algo que me haga quedar. Yo soy profeta en mi tierra, pero me encantaría volver por proyectos que me llamen mucho la atención, no voy hacer novelas por hacer, tiene que ser algo que de verdad me guste y no me importa dónde hacerlo, por eso es que estoy más en Colombia, por sus proyectos, han sido muy interesantes.

•¿Cuéntame sobre tu experiencia en la telenovela “Cómplices”?
-“Cómplices” es un libreto chileno que tuvo un exitazo hace cuatro años. Ahorita nosotros lo estamos presentando en Colombia, nos va muy bien, creo que es uno de los mejores elencos en los que he participado. Éramos tan cómplices que nosotros nos hacíamos llamar los “Twelve monkeys”, andábamos juntos a todos lados, parecíamos un bloque, nunca me había pasado, siempre había tenido buenas relaciones con mis compañeros de trabajo, pero esto ya se pasó.

¿Cómo lograste entrar al elenco de “Amas de Casa Desesperadas”?
-Los productores querían que formara parte del elenco, pero no estaban seguros si hacer el papel que interpretaba Teri Hatcher, “Susan”, porque yo soy tan atravesada y accidentada como ella. Pero yo les dije, que si hacía de Ruddy Rodríguez con el nombre de Susan me moriría. Y les sugerí que me apuntaba por el personaje de la rígida y organizada Bree Hodge, porque yo soy la antítesis de ella. Y logré quedarme quieta y gesticular solamente, que todo lo que sentía y quería decir lo dijera a la altura de los ojos y para mí fue maravilloso, porque ha sido uno de los personajes más criticados en la prensa para bien.

Tu último trabajo en el teatro fue un monólogo llamado “Una Mujer con Suerte”. ¿ese título tiene algo que ver con tu vida?, ¿te sientes una mujer con suerte?
-¡Sííí!, me siento súper afortunada, yo soy una suertuda, pero, ¡ojo!, a mí nada me lo ha regalado la vida, yo lo trabajo, lo busco y lo logro. Soy una trabajadora empedernida, todo lo que he podido lograr en mi vida ha sido a punta de trabajo y serio, no de escándalo. Eso me enorgullece y a mis padres también; y “Una mujer con suerte”, es una mujer que se identifica con cualquier mujer latinoamericana, por todo lo que tenemos que atravesar.

•Ante toda esa gran variedad de personajes que has interpretado a lo largo de toda tu trayectoria, ¿todavía quisieras interpretar un personaje en específico?
-Pero claro, para nadie es un secreto que quiero hacer “Doña Bárbara”, o hacer una película de la heroica Luisa Cáceres de Arismendi. ¿Qué actriz no quisiera encarnar a Manuela Sáenz o Sor Juana Inés de La Cruz?, esas grandes mujeres que cambiaron la historia. Quiero hacer papeles que trasciendan, que me hagan crecer y que puedan dejar una huella. Pero tienen que ser heroínas latinoamericanas, mujeres con temple que marcaron y se adelantaron a la historia y yo soy parte de la historia contemporánea de la televisión de mi país y de Latinoamérica.

¿Qué nos puedes adelantar de esta nueva película “Venezzia” donde tienes doble participación como productora y formarás parte del elenco?
-Es una historia de amor, enmarcada en un hecho histórico que sucedió en Venezuela, que ni los venezolanos, alrededor del 90% ni el resto del mundo lo sabe, entonces a través de una historia de amor la gente va a aprender esto. Es mi primera experiencia como productora ejecutiva. Por supuesto hay un tren de gente detrás de todo esto.

•¿Cómo va la preproducción de la película?
-Yo estoy haciendo el casting y en conversaciones con varios actores y actrices, pero tienen que ser venezolanos, el equipo técnico 100%, venezolano, las locaciones ya están listas son excelentes. Habrá un mínimo de actores del exterior, quizás un español, un mexicano, un colombiano, un ecuatoriano, pero la mayoría son venezolanos, y eso es lo que quiero. El casting se tiene que cerrar el próximo mes y debemos empezar con las filmaciones para finales de este año o enero del año próximo. Además que tiene un equipo grande de investigadores e historiadores que va a dejar un conocimiento muy profundo.

•¿Qué has aprendido de tus fracasos?
-Yo creo que la vida se trata de segundas oportunidades. Todos tenemos grandes logros y fracasos, pero lo importante es que los fracasos te hagan impulsar a venir con más fuerza, autenticidad y claridad ante la vida y te haga vivir más, yo cada día me siento más viva y más madura.

•¿Te encuentras mental y espiritualmente más fuerte que antes?
-Sí, yo creo que una persona para que se mantenga en la palestra durante tanto tiempo, espiritualmente y mentalmente tiene que estar muy tranquila y contenta, yo no tengo complejo de nada, no pretendo ser nadie ni parecerme a nadie, quiero ser yo y que la gente me conozca con mis errores, con mis aciertos. Siento que el público necesita conocer artistas humanos. /El Carabobeño