viernes, 4 de abril de 2008

Ruddy Rodríguez


•El cine sigue haciendo un norte para usted?
Siempre. Yo creo mucho en el cine, sobre todo en el latinoamericano. Creo que se están haciendo cosas buenas y el mundo se está fijando en nuestra cultura. Podemos demostrarle que podemos hacer cosas de buena calidad.

•¿Qué papel sería ideal para Ruddy Rodríguez?
Hay uno por ahí que me está quitando el sueño, pero no te puedo decir nada todavía. De hacerlo podría arruinarlo.

•¿Sigue Hollywood en la mira?
Claro que sí. Eso espero, es uno de mis sueños. Me gustaría intentarlo.

•Fue una “chica Bond” en Su nombre es peligro (1987). ¿Cómo se siente mirando hacia atrás?
Me siento muy satisfecha de haber participado en ese filme. Fui un extra, aparecí apenas cinco segundos. Pero me pagaron bien y viajé bastante. Fue maravilloso

•¿Algún tema musical que le sirva de compañía?
Me gusta mucho Alicia Keys, Sheryl Crowe... Lo que sea. Me encanta Maná. Tengo un arroz con mango en el i-pod, ahí puedes encontrar canciones de Franco De Vita interpretadas por Bertín Osborne y Frank Quintero. Tengo de todo, hasta la música llanera de Reinaldo Armas y Caballo viejo interpretado por Simón Díaz y Calle ciega.

•Cuando llega a casa, ¿se prepara algo ‘light’ para cenar?
A veces pido comida a domicilio, otras veces me preparo una ensalada ‘light’ o sino queso con galletas. Todo depende de cómo amanezca ese día.

•¿No le hace falta la comida criolla?
No extraño nunca nada. Yo tengo mis portaretratos, peluches, libros... Todos me los traigo para acá o para donde tenga que viajar. Las arepas ‘reina pepeadas’ y el pabellón los preparo yo. Tampoco pueden faltar en mi despensa las chucherías venezolanas como Toronto, Cocosette, Susy y Miramar.

•¿Tiene una rutina de ejercicio diaria para mantenerse tan bien?
La verdad es que no hago ni un carrizo, no porque no me guste sino por la falta de tiempo. La cuestión de los dos personajes en La ex no me dejan tiempo. Médicamente se ha comprobado que las personas que han hecho ejercicio los primeros 20 años de sus vidas, tienden a durar 17 o 20 años más a mantenerse así. Lo que hay que hacer es variar las cantidades.

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