Pero más allá de la historia y los interesantes efectos especiales, el principal atractivo de esta cinta es la propia Ruddy. Poco importa que luzca un poco mayor que el protagonista del que se enamora (por cierto, el muy apetecible ex miembro de RBD, Alfonso Herrera) ni que la madurez le esté cruzando el rostro. Su carisma en pantalla resiste el paso del tiempo y su versatilidad actoral es un imán que atrae hasta al más incrédulo. No en vano, ella misma ha apostado a este filme mucho más que su imagen, porque Venezzia es su debut como productora ejecutiva, vale decir, como regente de un gigantesco proyecto con más de 150 personas a bordo. Junto a ella también se estrena como productor el actor Edgar Ramírez y hasta el propio director del film, Haik Gazarian (quien ha trabajado en labores operativas en películas de Hollywood y dirigió varios de los videoclips de Ruddy cuando ella se aventuró a cantar hace unos años). Además, el equipo fílmico incluyó a reconocidas personalidades del cine local como Alberto Arvelo (director de Tocar y luchar) y a actores de la talla de Rafael Romero. Sin duda, Ruddy Rodríguez sabe avistar las buenas oportunidades y se rodea muy bien para no dejarlas escapar. A fin de cuentas, ya es una gran señora del espectáculo. O mejor dicho: toda una señora bonita. fuente: Estampas / foto: Jorge Lozada
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