Con una sala a medio llenar, pero con un público que reclamaba con aplausos su presencia, la actriz Ruddy Rodríguez presentó su monólogo Una mujer con suerte, del dramaturgo Romano Rodríguez.
Vestida con tacones y minifalda apareció la noche del viernes pasado en el escenario del teatro Fedenador (kilómetro 4,5 de la vía a Daule), interpretando a Joanel, una exitosa mujer que después de haber amado intensamente está sola y tiene que decidir qué hacer con el esperma de su marido.
Durante la representación, la actriz venezolana mostró un excelente desenvolvimiento teatral. Se dejó apoderar completamente del personaje. Mostró su gran capacidad para pasar de la risa al llanto, del desánimo a la euforia.
En su rol de Joanel, Rodríguez abandonó en tres ocasiones el escenario para involucrar al público en la historia, la cual se desarrolló desde la soltería del personaje, su matrimonio, la soledad por la muerte de su marido, y decidir si debía usar el esperma congelado de su esposo para tener un hijo.
El monólogo se desarrolló acompañado de un sofá, dos butacas, una mesita y un colchón que hacía parte de la habitación de los recién casados y que le sirvió a Joanel para vivir intensamente su romance.
Al término de la función en el teatro Fedenador, la actriz que se ha dado a conocer internacionalmente por su papel en telenovelas como La ex, Cómplices, le dedicó unas palabras de agradecimiento al público y también un mensaje de amor por la vida y de que luchen por lograr lo que deseen conseguir.
Desde hace algunos año, Rodríguez representa Una mujer con suerte, sin la dirección de Romano Rodríguez, quien también es su hermano. Según ella, el dramaturgo le dijo que lo podía hacer sola, que ya no necesitaba de su guía, porque había entendido y asumido en toda su dimensión el personaje.
fuente: El Universo
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