lunes, 23 de julio de 2012

Entrevista a Ruddy!


Compartimos este entrevista realizada en Ecuador para la revista Semana!
La exreina de belleza y actriz, Ruddy Rodríguez, sonríe siempre. Su alegría de vivir y de saber llevar la vida con entusiasmo, se revela en esta entrevista donde confiesa no querer recordar algunas personas de su pasado...

¿Lo que más valora de sus amigos?
La lealtad.
¿La última vez que lloró?
Esta mañana.
¿Lo mejor de ser Rudy Rodríguez?
Poder hacer cosas buenas.
¿Alguna vez se sintió presionada por sus fans?
Para nada.
¿Cree haber conocido alguien que cambió su vida?
Todas las personas que se cruzaron en mi camino, de alguna forma, han cambiado mi vida.
¿Quién es la horma de su zapato?
Todos los zapatos que tengo...
¿A qué hora se despertó hoy?
A las 06:00.
¿Qué es lo más romántico que le han dicho?
Los angelitos están cayendo del cielo y tengo uno enfrente.
¿Con quién le gustaría tomarse una copa de vino?
Más bien un té, con Tom Cruise.
¿Cómo le decían de niña?
Churro y Mafalda.
¿Alguna cirugía estética?
La nariz, pero por desviación de tabique.
¿Aún recuerda el nombre de su primer amor?
Un idiota... no lo vamos a decir.
¿Cuál es a su criterio la mejor película de todos los tiempos?
Los puentes de Madison... son muchas...
¿Qué ingredientes debe tener una cita perfecta con el sexo opuesto?
Ser sincero y divertirte.
¿Alguna vez huyó de casa?
No.
¿Cree en los ángeles?
Sí. Los míos se llaman Gabriel y Rafael.
¿Con quién quisiera estar en este preciso momento?
Con mi marido en Colombia.
¿Un sueño no alcanzado?
Estoy en eso... buscándolo.
¿Su peor pesadilla?
Que me hayan dicho que era novia del señor presidente de Venezuela.
¿Qué es lo que más le incomoda de usted misma?
La impaciencia, de vez en cuando.
¿Cuándo y dónde fue más feliz?
Trato de ser feliz en cualquier parte del mundo.
¿Haría cine con Sebastián Cordero en Ecuador?
Ay... sería un placer...
¿Qué papel le gustaría tener?
El que él quiera, siempre que los dos quedemos en acuerdo y sea interesante para los dos, bienvenido.
¿Qué música baila?
La que venga... de todo. Me encanta el reggaeton.
¿Su perfume favorito?
En este momento tengo uno de Lacoste y uso Light Blue de Dolce Gabbana, lo único. No uso perfume. Un día sí, otro no. No me gusta.

sábado, 21 de julio de 2012

“Ahora no me calla nadie”


Aparte de su faceta como actriz, miss, modelo, empresaria e imagen publicitaria, Ruddy Rodríguez, siempre busca dar más. Luego de reflexionar con respecto a cómo podía influir positivamente en los demás, conoció y decidió formar parte de la Fundación “El Camino a la Felicidad”.
La decisión, el conocimiento y la aplicación de los veintiún preceptos que difunde la organización sin fines de lucro, la llevaron a encontrar valores que ahora promueve en el mundo moderno. Como embajadora internacional dicta el seminario “Una ruta por la confianza y la dignidad”, en varios lugares del continente como Colombia, Ecuador y Venezuela y en esta oportunidad la propagación de su mensaje la hizo viajar desde Bogotá hasta Ciudad Guayana.
Con veintisiete años de carrera, Ruddy ofrece un buen balance, tanto en lo profesional como en lo personal. Ahora se muestra feliz, comprensiva, espiritual, exigente y tolerante. Una de las cualidades con las que se defiende es con sentido común: “Si no me gustan que me griten, no grito; sino me gustan que ignoren, no ignoro”, aclara la espigada actriz, acerca del aprendizaje que ahora difunde.
También destacó que no teme defender su punto de vista. “Yo siempre he sido muy habladora, desde pequeña, pero a uno siempre le decían `cállate, eso no se dice´, pero ahora no me calla nadie, más bien si alguien me lo dice yo le digo qué me dé una razón, porque hay que ser tolerantes y respetar las opiniones e ideas de los demás”.
Donde siempre quiso estar
Pese a la diversificación que ha buscado en su carrera profesional, no se separa de su gran pasión: la actuación. Rodríguez, quien confesó que desde pequeña disfrutó encarnar personajes y siempre buscó resaltar, actualmente lo logra en las telenovelas colombianas, sin abandonar proyectos nacionales.
Recientemente terminó la grabación de la ópera prima de Alejandro Hidalgo, “La casa del fin de los tiempos”. En el film, el primero de terror hecho en Venezuela enarca a Dulce, una anciana de 82 años que tiene contacto con unas entidades del más allá que le revelan que sus hijos van a morir trágicamente.
“La preparación física, las ocho horas de maquillaje me parecieron un gran reto y un personaje así, me va a llegar treinta años después, cuando quizás ya tenga esa edad, así que me atrapó y decidí aprovecharlo”, afirmó Rodríguez.
La bella actriz también recordó y agradeció su participación en “Venezzia”, “la película más premiada internacionalmente” y afirmó que obras como estas demuestran que el cine nacional “agarró vuelo”.
Sus dos casas
¿Residenciada definitivamente en Colombia?
-Tengo que estar allá porque si no donde le firmo el divorcio a mi esposo (risas). Por mi matrimonio tengo vivir en allá, pero siempre vengo para acá cada dos semanas, por mi familia y por proyectos personales.
¿Cuándo ampliarán la familia?
- Ahora si quiero, ya considero que este lista y lo estamos buscando. Ya quisiera tener mi torerito y si son dos mejor.
En cuanto a planes futuros dijo que está en conversaciones con un canal nacional para hacer una telenovela, también está en puertas la filmación de otra película: “Estoy en esa disyuntiva, no puedo decir mucho, porque aún no he firmado contrato, pero ando en eso”.

lunes, 16 de julio de 2012

Entrevista a Ruddy Rodríguez [La casa del fin de los tiempos]

La semana en que Édgar Ramírez rodaba en Caracas la producción internacional Libertador, de Alberto Arvelo, Ruddy Rodríguez culminaba una de las primera películas de terror del cine venezolano: La casa del fin de los tiempos, ópera prima de Alejandro Hidalgo. 



Allí la venezolana radicada en Colombia, da vida a Dulce, una mujer que, paradójicamente, no es tan dulce. Su personaje tiene contacto con unas entidades del más allá que le revelan que sus hijos van a morir trágicamente. La cinta se centra en el viaje físico y espiritual de esta mujer para evitar que se cumpla el vaticinio. 

Son las 5:00 de la tarde en el set ubicado en la quinta Castillete de El Paraíso. En un cuarto, el argentino Alex Mathews (El secreto de sus ojos) está desde la mañana transformando a la actriz en una mujer de 72 años. 

Con la cara plastificada, apenas puede mover los labios, mas la jovialidad trasciende el maquillaje y salta la Niña bonita de siempre, que dice: "Lo bonito queda en el alma, el que me conoce sabe como soy, esto es circunstancial y me encanta". 

"Recibí el guión hace como ocho meses, le firmé una carta a Alejandro Hidalgo porque él me dijo que la necesitaba para el CNAC (Centro Nacional de Cine). Yo soy una persona confiada, me pareció osado y se la firme, ni siquiera había leído el guión. Después me lo entregó. Primero lo dejé en standby porque tenía otros proyectos. Empezamos formalmente, le envié mis comentarios por email y el primero de marzo estábamos rodando". 

"Yo creo que Dulce vive a través de los ojos de sus hijos. No creo que se quiera, ni que sea feliz, es de una gran dureza. Quien le saca una media sonrisa es uno de los niños. No está feliz ni conforme con su vida, no es alegre, es echada pa' lante pero dependiente. Es una antítesis de lo que yo soy". 

"Trabajé el personaje como unas tres semanas. Esta mujer tiene dos períodos en su vida: el pasado y el presente. Con mi acting coaching, Rossana Fernández (El rumor de las piedras) el trabajo fue buscar imágenes y empezar a sentir, improvisar. Fue una búsqueda. ¡Tengo que fumar! ¡Yo que soy 100% libre de tabaco, aquí las pagué todas!. Pero yo me paso un switch". 

"¿Que si he reflexionado sobre mi vejez? ¡Para nada! Estos son trabajos que se te presentan cada 20 o 30 años. ¿Pa' qué carajo me voy a preocupar hoy? Me proyecto hacia el futuro, pero no me quita el sueño. Yo tengo que vivir mi presente sin problemas, sin rencores, sin angustias. Yo soy antiparabólica, no he cambiado, lo que tengo es más prótesis, de resto estamos bien". 

"Tengo dos meses fuera de mi casa y ya me hace falta. Ya mi hogar está en Colombia, y no es por maldad, la circunstancia me llevó allá. Ya toca como las abuelitas, a donde vaya el marido va uno. Mi esposo es campestre y él no podría estar lejos de eso. A Venezuela regresaré cada vez que un proyecto me atrape". 

-¿Y los hijos para cuándo? 

-Yo no sé. Ya yo le dije a Dios que aquí estamos listos. 

-¿Envía fax a la cigüeña? 

-Y a la ciencia. Yo no me doy mala vida. Cuando él quiera, yo ya estoy lista. Son decisiones entre lo espiritual, mental y corporal. 

-¿Qué siente al ver el cine venezolano de hoy? 

-Mucha alegría, me da tanta alegría. Es un orgullo porque estábamos como adormitados. Seguíamos hablando de la época de oro pero... ¿y la época nuestra qué? El cine venezolano agarró vuelo. Yo creo que de las grandes crisis socio-político-económicas-afines... sale algo bueno y el cine salió bien parado, repontenciado. Están apoyando mucho el cine. Y hay que hacerlo, es un deber, esté quien esté, porque para que un país salga adelante sale por su determinación, por sus acciones, por sus misses, por el petróleo, pero también por su cine. 

-Y hay también un momento interesante de intercambio de actores entre Colombia y Venezuela. 

-En las grandes crisis el que ha salido bien victorioso ha sido el cine y los artistas que por la angustia tienen que cruzar fronteras. Yo siempre le digo a mis colegas: "Crucen fronteras para que cuando vuelvan los traten como estrellas".

martes, 10 de julio de 2012