viernes, 17 de octubre de 2008

"Yo todo lo realizo. Y si no, es cuestión de tiempo."

Delgadísima, la primera impresión que causa es de belleza. Pero, eso sí, la suya no es esa belleza elaborada en el quirófano. Los senos, por ejemplo, tienen la talla que les tocó. Aunque es evidente que sabe lo que tiene, no recurre a los artilugios de la seducción para ser el centro. Es razonable y clara, con una picardía que se ve acentuada por un ligero acento, bogotano adoptado. Con una carrera que de seguro envidian muchas —merece el título de estrella—, fue “chica Bond” y hoy es una de las protagonistas de Amas de casa desesperadas en versión latina. Ruddy Rodríguez sigue adelante, segura de que está en “El camino a la felicidad”, que es como se llama la fundación filantrópica que promueve.

¿Tu mayor defecto?
A veces, la impaciencia. No soy perfeccionista ni nada de eso, pero me gusta que la gente respete los horarios.

¿Tu más grande extravagancia?
Pedirle a una plaza de toros en Medellín que le cantara el cumpleaños feliz a mi novio, ¡a toda la plaza!

¿Mientes?
Ya no. Antes sí. Mentía porque pensaba que con eso hacía menos daño. Mentir es solamente una forma de zafarse de responsabilidades.

¿Cargas una cruz?
No. Hay un proceso en cienciología que se llama “auditación” que me quitó la cruz.

¿Tu posesión más preciada?
Lo más valioso es mi familia, porque son los tipos que, cuando fracasas, llegas a llorarles y te atienden. Para mí eso está en el departamento de tesorería. Y los cuatro o cinco panas del alma.

Si pudieras tener un superpoder ¿cuál sería?
El sentido común, te lo juro. Ese sería un poder súper espectacular.

¿Cómo te vistes para ir a la playa?
Lo primero que necesito es estar sin sandalias, sin zapatos. Mi papá nos llevaba siempre en autobús a Macuto. Pero eso es, sin zapatos y el traje de baño. Claro que más de una ola me lo quitó…

Entre zapatos y carteras…
Hum. Zapatos. Para mí es fundamental. A veces me pasa que estoy en mi casa en ropa interior, buscando la ropa, pero ya tengo los tacones puestos.

¿Cómo reencarnarías?
Como hombre. ¿Cómo te lo explico? ¡Qué prosaica! ¡Apuntaría mejor!

¿Qué parte de tu cuerpo no te gusta?
Como no tengo los senos operados, pues siempre he sentido que son pequeños. Pero, como me he autodeclarado la presidenta del “Dile no a la cirugía”…

¿Qué te quita el sueño?
Nada. Yo todo lo realizo. Y si no, es cuestión de tiempo.

¿En qué te fijas en un hombre?
En las manos, primero; en la boca. Yo no juego con el body language, no juego con el pelo, con la vocecita. Me gusta conversar.

¿Le temes al odontólogo?
No. De hecho, a mí me trabajan todo sin anestesia. El sonido de la fresa me causa somnolencia, me quedo dormida.

¿Macho de pelo en pecho o metrosexuales?
Macho de pelo en pecho. De verdad. Me encanta que los hombres se arreglen, pero, si se arreglan más que yo, algo está grave…

¿Cómo te gustaría morir?
De verdad, quiero morir como mi abuelo, que celebró su cumpleaños, cumplió 86, se fue a dormir y amaneció muerto. Me parece como agradable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es tannnn hermosa ♥
y tan sincera y tannn TODO, sisi, una ESTRELLA, completamentee.
Igual eso de que se duerme en el odontólogo me dejó asi :| osea, cómo hace? :| me da miedo eso. are xd jajaja
aiaiaia la adoroouuuuu a ella, y a ustedes dos L&G MÁS.