"Estoy orgullosa de mi vida, de mis errores, de mis aciertos, de lo que soy"

"Nunca buscaría un hombre en internet”
La actriz venezolana Ruddy Rodríguez protagoniza la telenovela Salvador de Mujeres. “Mi tarifa no es tan elevada”, dijo desde Colombia. Ruddy Rodríguez mastica y habla a la vez. No es mala educación. Sólo que tiene el tiempo contado, y para responder entrevistas, los únicos minutos disponibles son los de su almuerzo. Ella degusta desde las afueras de Bogotá dos bisteck de carne con ensalada de pasta, zanahoria, cebolla y tomate. Lo acompaña con un té bien frío de esos que tanto le encantan. A través de la línea telefónica se muestra risueña; feliz de que su telenovela Salvador de mujeres se transmita en el horario estelar de Venevisión. Sigue siendo la misma. Habla, habla y habla. Nadie la puede parar. “¡Qué éxito! Eso me tiene muy emocionada”, asegura a PANORAMA con su ya casi típico acento colombiano.

—Regresa al horario estelar de Venevisión después de 10 años. ¿Era la hora?

—Pues, fíjate que sí. Fue en el año 2000 cuando grabé Amantes de luna llena en Venevisión. Desde entonces no había estado en ese horario. Es un gran compromiso protagonizar esta telenovela. Pienso que sí, que ya era la hora de regresar tanto al canal como al horario estelar. Es paradójico, pero cada 10 años hago algo para ese canal.

—Por lo visto, ya con usted no van los papeles de sufrida...

—No se trata de eso. Es obvio que ya no lloro como antes en las telenovelas, pero no me quiero encasillar en otra etapa. Aquí hago de todo. A pesar de que tengo el perfil de la mala, igual sufro y defiendo a los míos a capa y espada. Mi personaje Josefina no es 100% buena ni mala.

—¿Y Ruddy, cuánto tiene de buena y de mala?

—Yo creo que soy una mujer normal. Por lo menos así me veo yo. Soy 100% humana. Cometo mis errores, pero no haría nada de lo que hace Josefina. A algunos les podría caer bien, a otros no. Ya sabes, no somos monedita de oro, pero yo hago el intento de ser buena gente.

—Nunca se ha topado con un “Salvador de mujeres”?

—No, vale. Yo no soy así. Nunca buscaría un hombre en internet. Yo soy una mujer de muchos sentimientos y no estaría con nadie sólo por el físico. Jamás en mi vida he visitado ese tipo de páginas en internet, ni siquiera por curiosidad.

—En este 2010, cumple 25 años de carrera. Ha sido miss, modelo, actriz, cantante y animadora... Mucho camino recorrido, ¿no?

—No creo que ha sido mucho. Más bien diría que son mis primeros 25 años de carrera, y te juro que me siento más feliz, tranquila y realizada que nunca. Me falta demasiada carrera, muchas cosas por conquistar. Estoy como en la mitad del camino. Aún tengo mucho que dar. Ya sabes que soy muy inquieta.

—¿Si le piden borrar algo, qué sería?

—¡Absolutamente nada! Yo ahorita estoy para sumar, para aprender. Estoy orgullosa de mi vida, de mis errores, de mis aciertos, de lo que soy.

—Hace 12 años gritaba a los cuatro vientos que era “Una mujer con suerte”. ¿Todavía presume de ello?

—¡Pero por supuesto! ¡Mírame! No tengo que contestar a eso. Me siento muy afortunada con todo lo que tengo. Con mi familia, mis amigos, mi novio, mi novela...

—¿Le tocó hacer casting para interpretar a Josefina Álvarez Castillo?

—¡No! Resulta que llamaron a mi mánager y le dijeron que me querían a mí para el proyecto. Él les dijo que yo estaba haciendo teatro, pero insistieron tanto que al final cedí.

—Salvador de mujeres es una telenovela colombo-venezolana. ¿Cuándo la veremos en un dramático 100% nacional?

—Yo quiero trabajar en las novelas venezolanas, pero a mí no me llaman. No sé qué les hice que ni se me acercan (risas). Desde hace mucho tiempo estoy abierta a las posibilidades. Parece que me tuvieran miedo. ¡Ni que yo comiera!

—¿No será que Ruddy es muy costosa?

—Soy tan accesible como cualquier otra. Mi tarifa no es tan elevada como muchos piensan. A mí me encanta trabajar en mi país, hacer televisión, cine y teatro allá. Así que les pido que me contraten. Llamen a Iñaki, mi mánager y ahí estaré. No tengo rollos.

—¿Qué sabor de boca le dejó la película Venezzia?

—El mejor de todos. Fue un proyecto que disfruté de principio a fin. Una película que estuvo 17 semanas en cartelera. Lo vi como una lección a mí misma. Me demostré que era capaz de hacer lo que me propusiera. Justamente, ahorita estoy buscando otro guión para arrancar con todos los hierros.

—¿Y la boda, cuándo llegará?

—Muy pronto, muy pronto. Ojalá se pueda dar a finales de este año. Juan (su novio rejoneador) y yo estamos felices, esperando lo mejor. Ya me tocará correr.

Texto: Nayib Canaán
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